lunes, noviembre 19, 2007

¿Por qué el blog?

Este blog nació producto de que no vi en Internet (hablo de 3 años atrás) un sitio que hable de equipos campeones de la manera en que lo hacía Fontanarrosa en su "No te vayas, campeón". Me pareció llamativo y es por eso que tomé la posta de hacer un blog (por esos años apenas conocía de la existencia de éstos) que recuerde a esos campeones del fútbol argentino y también, de alguna forma homenajear a un escritor a quien admiro mucho.

El desafío más grande fue lo decidir por donde empezar. Sin embargo, no me tembló el pulso cuando definí que lo mejor era empezar por el equipo campeón que más recuerdo de cuando era chico: el Ñuls de Bielsa. Ni en pedo iba a ponerme a hablar del River de Ramón (que si bien algo recuerdo, mucho iba a ser puro dato estadístico) o del Independiente de Solari o el Boca de Batistuta... No me parecía loable porque iba a ser mucho invento y poco post genuino.

Así que bueno, creo que fue un error abandonar el blog y dejarlo a la deriva. Aunque, me pregunto, si continuaba la marcha regular, ¿de qué carajo estaría hablando ahora?

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viernes, noviembre 09, 2007

Cavallistas: En tiempos de corralito, ellos fueron felices

Racing Club Campeón Apertura 2001.

35 años después, la Academia reafirmaba su desvirgue (?)


Formación tentativa: Campagnuolo; Vitali, F. Maciel, Ubeda, Loeschbor, Bedoya; Gustavo Barros Schelotto, Bastía, Chatruc; M. Estévez y D. Milito.

¡Que complicado que es hablar del equipo que obtuvo el título local en el segundo semestre del tormentoso año 2001! Se han tejido un montón de conjeturas en torno a la legitimidad con que Racing logró el ansiado trofeo. Las sospechas surgen luego de la horrible campaña del equipo de Merlo en el Clausura (ojo, Mostaza le levantó la cara al equipo en las últimas fechas) y que al próximo torneo, el plantel se levante anímica y futbolisticamente y logren el campeonato. Algunos sostienen que el Apertura fue un arreglo entre Blanquiceleste (es decir, Marín) y la AFA (o sea, Grondona) para que Racing gane el campeonato y de esa forma, la gestión empresarial de Fernando obtenga el respaldo necesario. Ah, y además decir las dudas que generaron el empate con Velez en la última fecha del campeonato...
Luego, se han transformado ya en frases para la leyenda las que surgieron de las hinchadas contrarias para hablar de este Racing: "con dos fechas más, ese equipo se caía", "eran un rejunte de muertos, nunca podrían haber salido campeones", "uno de los campeones más horrorosos del fútbol argentino", "un equipo que era una lágrima jugando", "salieron campeones con un DT super-defensivo". Etcétera, etc. Pero, siempre hay un pero y, en este caso, a favor de este equipo de Racing: en el campeonato posterior (Clausura 2002) , el Racing de Merlo salió 6to. Una nada despreciable posición. A diferencia del Independiente de Gallego (otro campeón polémico) que luego de campeonar hizo un Clausura 2003 desastroso.

Por todo lo expresado, creo que se hace cuesta arriba hablar de este equipo, ya que hay que sortear un montón de obstáculos que impiden ver con claridad la veracidad con que los de Avellaneda lograron volver a gritar campeón.

Pero bueno, amagando y con quiebres de cintura a lo Burrito, podemos empezar a hablar del Racing con gusto a Mostaza.

Antes que nada quiero hablar sobre un momento, un partido: Racing 4 - 1 San Lorenzo.
Más allá de que era el partido contra el campeón del Clausura, en ese cotejo, el equipo de Merlo demostró una autoridad, un modo de jugar que lo podría llevar a lograr el anhelado título.
Fue un partidazo. Si mal no recuerdo, Racing abrió el marcador y luego San Lorenzo (gol de Pusineri) empató. Hasta ese momento era todo un ida y vuelta. Después, los de Boedo bajaron el nivel y los de Avellaneda los pasaron para arriba: hubo dos golazos, uno de emboquillada de Bedoya (que, intuyo, en ese partido empezó a ganarse el corazón de la gente) y otro del indómito (?) Chanchi Estévez (confeso hincha del Globo). Reitero, en ese partido la Academia jugó de bien a muy bien, tuvo un rendimiento redondo en todas las líneas, era un partido bravo y se pusieron a la altura.
Y quizás, otro partido que avale el culo del campeón fue el empate en un gol con River. Los de Nuñez lo cagaron a pelotazos todo el partido, Cardetti se comió un gol imposible... River empezó ganando con un gol de Cambiasso y cuando parecía que el triunfo se quedaba en Nuñez apareció el colombiano Bedoya (El General, para la Número Uno) y clavó un bombazo inatajable para Angel David Comizzo. Ahi como que empezó a gestarse la mística de ese equipo ya que si River ganaba, probablemente Racing hoy seguiría con su sequía. Pero no fue así.

De izq. a der: Loeschbor, Ubeda, F. Maciel, Campagnuolo,
Gustavo Barros Schelotto, Chatruc, G. Bedoya,
Estévez, D. Milito y Bastía.

¿Cuáles eran las principales características de este equipo? La entrega, el sacrificio (¿11 Michelinis?), el trato discreto de la pelota y... ¿la fortuna/oportunismo? (¿te acordás del empate agónico con Indep'te?).

Este Racing era un equipo de una escasa riqueza técnica pero de mucha táctica, Merlo revolucionó con su sistema 5-3-2. Tres stoppers, dos laterales que iban y venían, un volante central que mordía todo lo que pasase cerca suyo y dos volantes que se asociarían con un mediapunta en la creación de jugadas de gol para que las termine el centro-delantero.

El guardavallas académico era Gustavo Campagnuolo que tuvo una particularidad feliz en un olvidable año para todos los argentinos: fue campeón en el primer semestre con San Lorenzo y repitió con la Acadé en el segundo. ¿Qué decir de Campa? Es el arquero sobrio, de mucha altura y especialista en el juego aéreo. El ex-Valencia también imponía presencia con su carisma.
La línea de stoppers fue una de las más olvidables de los campeones del fútbol argentino: no hay campeón menos decoroso que tenga una defensa tan repudiable como la que conformaron el Mosquito Ubeda, el Vikingo Loeschbor y Panchito Maciel (quien, es el que mejor me cae de los tres). Ubeda y Loeschbor son esa clase de jugadores que le tienen asco a todo: pegan y rompen lo que sea, pelota o jugador. Ubeda ya era un símbolo en Avellaneda, por los largos años que llevaba jugando allí, Loeschbor se convirtió en ídolo luego de sus goles claves a Independiente (empate agónico) y a Vélez (que sirvió para obtener el título). Realmente no puedo decir más nada de estos dos muchachos que vivieron su meses de éxito con el club blanquiceleste. Como ya se dijo, Maciel era el tercer stopper. El ex-Almagro era el jugador comodín de ese equipo: polifuncional al mango, Mostaza lo hizo jugar de 4, de 5... un pichón de Reinaldo Carlos, Panchito.
Los laterales no eran indiscutidos en el equipo titular. Por el lado izquierdo a veces jugaba Chiche Arano (sacrificio e ida y vuelta en grandes cantidades) o Gerardo Bedoya. El colombiano era un jugador técnico, de los pocos que había en el equipo/plantel. Tenía un interesante contacto con la globa y además le pegaba bien a la pelota. En resumen, tenía mejores condiciones que Arano. Y por el carril derecho iba un muchacho que ya conocía Avellaneda... pero cuando transitaba por la vereda de en frente. Es que Martín Vitali, allá por el año 2000 vestía la camiseta de Independiente. Luego, pasó a Racing, con el título obtenido en éste club, el odio de los del Rojo y el amor de los celestes y blancos hacia él, aumentaron considerablemente.

El mediocampo de ese equipo estaba conformado por el Polaco Bastía, el Mellizo Gustavo y José Pepe/Sushi Chatruc.
El jugador más conmovedor de ese medio y de todo el equipo era, sin dudas, Bastía. Uno de los valuartes del equipo campeón. Quizás, el Polaco con su garra y su entrega contagió a sus compañeros para que no se relajen y dejen la última gota para lograr el campeonato. Bastía es un jugador similar a Michelini: va a todas, es el típico jugador que no sería raro que termine con los pantalones rotos porque el Polaco es de los que se raspa el culo Domingo tras Domingo.
El Mellizo menos exitoso (?) y Chatruc son jugadores de similares características: discreto trato del balón, interesante despliegue y mucha entrega.
En un equipo sin enganche - así como Nietzche mató a Dios (?), Merlo mató al enganche, luego, en River, se peleó con él (?) y ahora están distanciados (?)- no se puede hablar mucho de creación de juego. Pero si alguien tenía que encargarse de la "jugada distinta", en ese Racing era Maximiliano Estévez. Nacionalmente (?) - más allá de que haya jugado en el Zapatepec (?) de México - conocido como el Chanchi. ¿Y qué decir de este muchacho? Es el típico jugador insoportable de los cuáles los árbitros no quisieran coincidir en una cancha. Sus declaraciones explosivas hicieron que se gana un repudio visceral por parte de muchos hinchas rivales del fútbol argento. Inolvidable la vez que trató a Cardetti de "cornudo". Luego, el delantero racinguista se arrepintió de sus dichos y manifestó sus disculpas al Chapulín en Fútbol de Primera (recuerdo que el Chanchi estaba de bermudas y con gorra con viscera para atrás ese día). Más allá de su conducta extra-deportiva, Estévez es ídolo en Racing porque fue uno de las figuras de ese equipo campeón: hizo goles importantes (como el mencionado a CASLA) y, además, siempre manifestó su cariño por el club. Años después, el Enano Maldito se fue por la puerta de atrás del Cilindro porque se peleó con Marín. Quizás, eso agrande su idolatría en Mozart y Corbatta.
Y por último, el jugador con más proyección, el más interesante de ese equipo: hablo de Diego Milito. "El Enzo académico" ya estaba en el club hace unos años y parecía ser un delantero de los "casi-gol". Sin embargo, sus enemistades con la red las compensaba con su buen trato de la pelota: algo rápido, de buen dribbling y con un interesante disparo. Creo que nadie me discutiría si digo que cuando la pelota pasaba por sus pies, podía gestarse la jugada más peligrosa a favor de Racng. Debo decir que el Milito de Italia y España explotó, porque se convirtió en un goleador de raza. Y esa aptitud hizo que sea menos dribbleador (a mi parecer) pero a la vez, más oportuno con el gol. En Racing era todo lo contrario: muy encarador pero poco goleador.

¿Qué otros especímenes había en ese equipo? Uff... varios, anotá (diría Quique): Maceratesi (¿donde corno anda el Rafa?), Alex Viveros (¿dónde corno anda?), Leo Torres (¿dónde corno anda?), Luis Rueda (creo que jugó un solo partido de ese Apertura) y Cebolla Loscri, entre otros.

Lo que quedó en el tintero:
  • Lo de la muerte del enganche lo dije en joda, pero fijense esto: quién llevaba la "10" en ese equipo era Vicente Principiano. ¿Cuántos partidos habrá sumado Vicente en este torneo?
  • En la última fecha del torneo, la hinchada de la Academia llenó dos canchas: la de Vélez donde se disputaba el match y la el Cilindro que no podía estar vacío y que, espero confirmaciones, tenía una pantalla gigante donde se podía ver el partido con los de Liniers.
  • El campeón obtuvo 42 pts (uno más que su escolta, River). Ganó 12 partidos, empató 6 y perdió solamente uno (1-3 con Boca).
  • Informe completo del equipo campeón
  • El equipo de Merlo cambió camiseta a mitad de torneo: primero jugaban con una sin marca que tenía los clásicos bastones largos celestes y blancos. Luego, cambiaron a la de Topper ya marca registrada de ese equipo campeón.
  • Tabla de posiciones del Apertura 2001.
Te hiciste bien el boludo: los cuernitos
los empezaste a usar en el partido con River.

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lunes, noviembre 05, 2007

Contundencia made in Boedo

San Lorenzo Campeón Clausura 2001.

Una costumbre de ese torneo: los goles de Romeo

Saja; Tuzzio, Ameli, Coloccini, Morel Rodríguez; Pusineri, Michelini, Erviti, Romagnoli; Estévez y Romeo.

En lós ultimos 5, 6 años, este equipo de Boedo fue uno de los que más me gusto ver jugar, más allá de que tengan a un técnico que no es santo (cuac) de mi devoción.
En los hinchas de San Lorenzo hay una polémica que se desató en torno a este equipo: y es con respecto a méritos. Algunos sostienen que cuando se fue Ruggeri de Boedo dejó "la base" de un equipo que luego fue tomado por Pellegrini y perfeccionado. Otros, directamente, le dan todos los méritos al entrenador trasandino.

Ese San Lorenzo de Pellegrini obtuvo un récord aún no superado en el fútbol argentino: 13 victorias consecutivas. Los Cuervos venían muy entonados en el Clausura pero se toparon con el River de Gallego, equipo que también estaba en la lucha del torneo. Perdieron 3-1. River ganó con mucha autoridad en ese partido. Con victorias como la que se consiguió contra Independiente (golazo de Saviola desde el costado derecho, afuera del área), parecía que el campeonato iba a estar a merced del team de Nuñez. Pero no fue así, el equipo del Tolo estaba signado por la mala suerte (en el torneo anterior quedaron segundos luego de empatar con Huracán) y una derrota contundente a manos de Boca (0-3 en la Bombonera) hizo que el equipo se replantee si tenía los recursos suficientes para poder campeonar en el torneo. Cabe decir que por aquéllas épocas, Américo Gallego seguía con la manía de abrir la bocota y quedar como un boludo: el ex volante de la Selección había presagiado que San Lorenzo es el típico equipo que "se cae al final del campeonato". Finalmente eso no sucedió y el gordito simpaticón (?) tuvo que tragarse sus palabras (otra vez).
Ah, cabe aclarar que hubo algunos triunfos de River que fueron medio agarrado de los pelos: victorias que se obtuvieron con goles agónicos (un partido horrible contra Unión que se ganó con gol al final de Coudet, por ejemplo).

Luego de la derrota con River, San Lorenzo se repuso en la fecha siguiente y desde ahí no paró de cosechar triunfos, de esta manera los Cuervos lograron el récord mencionado anteriormente y, claro está, el ansiado campeonato (después de 6 largos años).

"El Globo es un sentimiento, que se lleva en el corazón..."

Describamos a algunos jugadores de ese equipo. En el arco, el polémico, inefable, tribunero muchas veces, Diego Sebastián Saja. En este torneo, el galletitero se consolida definitivamente en el arco del Ciclón. Se gana a la hinchada con sus actuaciones en el campo de juego y con sus declaraciones desafiantes fuera de éste. Esto, sumado a su heroica actuación en la final de la Mercosur 2001 llevan al oriundo de Brandsen a que ingrese en el panteón de los grandes ídolos cuervos.
En la defensa, siempre miré con atención a dos jugadores que luego pasaron por la entidad riverplatense: sí, hablo de los grandes amigos (?), Horacio Ameli y Eduardo Tuzzio. Más allá de lo que digan ahora del ex-Colón los hinchas de San Lorenzo, verdaderamente el Coco era uno de los referentes de ese equipo, uno de los caudillos. Voz de mando, mucha autoridad, contagiaba con sus ganas y con su actitud cabrona.
Tuzzio era un símbolo en Boedo, hacía más de 6 años que jugaba en el club lo que lo convertía en uno de los mimados por los hinchas (hoy, creo que ese cariño se perdió, y no le encuentro explicación alguna). Siempre dando todo, entregándose por el equipo, un verdadero luchador incansabla, Edu.
Y otro símbolo de ese equipo, ídolo en Racing y después ídolo en San Juan y Boedo: Pablo Michelini. Pablito, para los hinchas cuervos. Entrega, garra y sacrifico son las cualidades que encajan perfectamente para definir al ex-Deportivo Español. Michelini era esa clase de jugadores que iban a trabar con la cabeza, era un kamikaze suicida a la hora de defender a su equipo. Actualmente no veo a alguien que se asemeje. El trato discreto que tenía con el balón lo reforzaba con su entrega, con su voluntad.
En el mediocampo, acompañaban a Michelini los siguientes players: Pusineri (que alternaba en realidad), Erviti y Romagnoli. Este pack de volantes (unos más ofensivos que otros) que integraban el mediocampo de San Lorenzo, era envidiable, por mucho tiempo lo deben haber extrañado los hinchas (ahora no tanto, ya que el equipo volvió a salir campeón, hablo de la época de sequía). Erviti era el fantasista, le he visto cada jugada a este zurdito... Esperaba más de él, se fue a México, se asentó (aparentemente) allá y no tuve más información de este muchacho (salió campeón con el Monterrey, cuando el DT era Passarella). Pusineri se caracterizaba más por su despligue, al igual que otro jugador que aguardaba en el banco de suplentes: el salteño Walter Zurita.
La creación, la estrategia estaba a cargo de Leandro Atilio Romagnoli: el Pipi o el Tatuado. Siempre me gustó su manera de jugar, ese talento innato que tenía, la calidad que tenía para pegarle a la redonda. Este hincha del Globo creo que a muchos nos dejó con la sensación de que podía dar más. En algún tiempo se hablaba de su futuro en el Seleccionado, de su inmediato arribo a un grande de Europa... Lamentablemente no ocurrió todo eso, el Pipi se fue desinflando y cuando tuvo la oportunidad concreta de irse, se rajó. Ahora está en Portugal donde tiene un rendimiento regular. En ese Clausura 2001, Romagnoli tuvo actuaciones destacadísimas, fue el eje del equipo, hizo goles importantes, se cargó el equipo al hombro a pesar de sus jóvenes 20/21 años.
Bernardo Romeo fue el artillero de este San Lorenzo. El ex-Estudiantes fue clave para el equipo ya que marcó goles importantes. En reemplazo del Bernie estaba otro ídolo del club: Sebastián Washington Abreu, mejor conocido como el Loco. Abreu, también aportó su granito de arena para que el equipo consiga el título. Quien hacía dupla con el uruguayo o con Romeo era el Pipa Estévez, que ahora está retirado del fútbol y que, según tengo entendido, se dedica a los fierros. Según Bianchi, Estévez lo hacía acordar a Corbatta. Creo que el Virrey le dió de más al champagne al realizar tamaña comparación. Encima, parece que el jugador de Colón y otros equipos no soportó la presión de ser el nuevo Orestes Omar ya que nunca recuperó el nivel que había mostrado en San Lorenzo. Un jugador que, sí, era un wing como los de antes, pero al que muy rápido le vino la noche.

Gran, gran equipo este del Ingeniero que tuvo la particularidad de recibir ayuda de su archirrival: en la anteúltima fecha River (el escolta) perdió con Huracán en un increíble partido que tuvo todos los condimentos: el grito desaforado de Babington (DT de ese equipo) que le dedicó el gol a Gallego, "tomá, para vos la re concha de tu madre"; que tuvo la expulsión de Javier Pedro Saviola (raro, ¿no?) y que además, tuvo a un Derlis Soto (quien, en el apertura pasado también había arruinadole la fiesta al Millonario) intratable.

Más información sobre este San Lorenzo Campeón del Inyenieri:
  • El equipo se coronó campeón con una abrumadora cantidad de puntos: 47.
  • Serrizuela, Paredes, Santana, Campagnuolo, fueron otros de los jugadores que integraron el plantel campeón.
  • 15 partidos ganados, 2 empatados y 2 sólo perdidos.

Plantel campeón. Ubiquen a Portocarrero (?)

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