miércoles, diciembre 12, 2007

Oy, Oy, Oy...

River Campeón Clausura 2002.

River 6 - 0 Unión. Partido inolvidable para el Burrito: Marcó 4 goles.

Luego del tedio que resultó ser el hablar sobre el Racing campeón del apertura 2001, uno retoma fuerzas con el equipo culpable de este post: el River que campeonó en el Clausura 2002, de la mano de Ramón Angel Díaz.

Hay que decir algo, que influye y mucho en la carrera exitosa de Ramón. Y es que el riojano es el hijo perfecto de las enseñanzas de Angel Labruna y César Luis Menotti. De los dos mamó el fútbol ofensivo, la columna vertebral que pregonaba Angelito y lo de atacar siempre de los equipos del César.

Formación: Comizzo; Garcé, C. Ayala, R. Rojas; Coudet, Ledesma, Cambiasso, Zapata, D'alessandro; Ortega y Cavenaghi.

Con respecto al equipo que fue subcampeón de Racing, el cambio más importante en la formación titular fue la ida de Mario Yepes al fútbol francés. El colombiano fue titular inamovible desde su llegada en el '99 y Ramón pensaba en respetar su puesto pero, los capitales franceses pudieron más y el jugador se fue a la tierra de Jean Paul Sartre y de Zinedine Zidane. Con la ida de Yepes fue que el riojano se dio cuenta que había que modificar la estructura táctica del equipo y es por eso que empezó a mirar con buenos ojos el 3-4-1-2 (o 3-5-2). Este sistema que hasta Bilardo elogió, fue fundamental en el equipo debido a que los jugadores se adaptaron por completo. Tanto fue así que cuando vino Pellegrini y con él, otra idea de juego, los resultados no llegaron.

Si se lo observa con profundidad, se llegará a la conclusión de que este equipo era sumamente ofensivo. En los tres defensores, sólo dos eran centrales por origen. Celso Ayala fue zaguero central derecho de River por mucho tiempo y Garcé asomó a primera en la misma posición que el paraguayo, pero luego Ramón lo mandó de marcador de punta derecho y en este equipo, de stopper derecho. A diferencia de estos dos, Ricardo Rojas era netamente un lateral izquierdo. Con su incansable ida y vuelta, su entrega y su exótico talento, el gran Ricardo Carlos dejó un recuerdo imborrable en las retinas riverplatenses. Tanto Garcé como Rojas iban y venían por sus respectivos carriles. La idea era atacar.
Antes de empezar a hablar sobre los mediocampistas, no podemos obviar a Angel David Comizzo. El Flaco, fiel ladero de Shamón, pisó fuerte en Nuñez luego de su destacada actuación en el Apertura 2001 y a sus saludables condiciones físicas a pesar de sus 39 años. En este torneo, Comizzo se dio el gusto de cerrar el arco en el partido contra Boca (3-0), además de volver a gritar campeón en sus 20 años de carrera.

Yo soy el Chacho, de la gente (?).

Ramón, por esos días de alegría, no se cansó de nombrar a dos hombres clave de su sistema de juego: Ledesma y Zapata. Ambos, con pasado en La Paternal. Ambos, vinieron juntos en el año 1999. El Lobo, con sus pisadas y con su rusticidad a la hora de marcar, se hizo eje en el medio y con su trabajo liberó a Cambiasso (como decía Ramón).
Zapata fue el jugador más criticado de la hinchada de River en los últimos tiempos, en partido de la primer fecha, ante Talleres, a pesar del triunfo, el jugador fue abucheado por la parcalidad millonaria. Se empezaba a murmurar que Cambiasso debía ocupar su posición (volante por izqueirda) y que Ledesma sea el único 5. Al final, el Chapa se ganó la titularidad a fuerza de lucha, entrega y corridas maratónicas. Cabe destacar que Víctor Eduardo fue uno de los jugadores que más años estuvo en Udaondo y Figueroa Alcorta en los últimos tiempos: 6 años y medio (tuvo un intervalo de 6 meses en España).
Como se dijo, Ledesma liberaba a Cambiasso, para que este se mande por el centro y cooperar en la creación con D'alessandro. El Cuchu fue muy importante porque marcó goles de mucha importancia, como el que abrió el marcador ante Boca.
Otro jugador que venía con un par de años en la espalda en Nuñez era Coudet. Chacho, había arribado en 1999 y de a poco se fue asentando en el equipo titular. El ex-platense se complementó de manera fantástica con D'alessandro y Ortega en la creación. Sus centros y asistencias fueron muy importantes para el equipo y para Cavenaghi, que fue goleador gracias a la ayuda del hincha de Central.
Y llegamos a una de las figuras del campeonato: Andrés D'alessandro. Mandrake que había tenido ya varios partidos con Gallego, se asentó por completo en la Era Ramón. Con su pegada exquisita y la jugada marca registrada de "La boba" se metió de lleno en el corazón de la gente. Clavó un golazo de tiro libre ante Vélez (1-0) en un partido durísimo. Gozó en el partido contra Boca (volvió loco a Clemente) y deliró en el triunfo agónico ante Racing. Ambos partidos, merecen ser hablados con mayor atención.

Antes de hablar de Cavenaghi y Ortega, es menester hablar de los triunfos riverplatenses frente a Boca y Racing.

BOCA JUNIORS 0 - 3 RIVER PLATE.
La lección de fútbol que dio River en cancha de Boca fue monumental, después de mucho, muchísimo tiempo River cortaba una racha nefasta sin poder ganar en La Ribera (OCHO AÑOS, UNA ETERNIDAD). Con este triunfo, River inició una senda positiva en los partidos ante el clásico rival y además, sirvió para reivindicar al Pelado Díaz que se quedó caliente con el empate (1-1) en el torneo anterior.
River fue ampliamente superior al equipo de Tabárez y obtuvo un triunfo resonante de la mano de los goles de Cambiasso, Coudet y Rojas. La diferencia se podría haber estirado a 4 si el disparo de Cavenaghi con Abbondanzieri vencido no pegaba en el palo. El gol de Rojas merece capítulo aparte, uno de los grandes goles históricos de los últimos tiempos. Primero, porque fue su PRIMER GOL en Primera División y segundo por la definición, definición que le valió ser inmortalizada como "vaselina". Ese gol provocó un quiebre en la vida de Ricardo.

RIVER PLATE 1 - 0 RACING CLUB.
Partido chivísimo ante el último campeón de ese entonces. El equipo de Mostaza era practicamente el mismo que se había coronado luego de 35 años, era una empresa (fue sin intención) difícil para River, el ganar era un colchón muy grosso para aspirar seriamente al título.
Tiro libro para Racing. Minuto último del partido. Ubeda y Bedoya frente a la pelota. En el arco... DEMICHELIS. Comizzo estaba expulsado. Las miles de almas (millonarias y académicas) coincidían en que si la pelota pasaba la barrera iba a gol. Dispara Ubeda y pega en la barrera, para fortuna de River, le queda a Rojas (no caben dudas que fue SU torneo), el misionero nacionalizado paraguayo despega cual torpedo y se va y se va, se la da a Cuevas para que encare a Campagnuolo y todo River decía "hacelo, Pipino, haceloooo". Nelson Rafael elude a Campa, dispara y gol. El paraguayo pasa a ser inmortal.
Con este triunfo, el campeonato estuvo mucho más cerca.

¿Esnaider? ¿Fonseca? CAVENAGHI.

Volvamos al repaso del 11 inicial. Es el turno de hablar del último gran héroe del CARP. Hablo, claro está, de Ariel Arnaldo Ortega. El jujeño había vuelto a mediados del año 2000, luego de un irregular paso (alternó buenas y malas, no fracasó como dicen los agoreros) por Europa. En este campeonato Ortega la rompió. Tuvo un rendimiento sobrenatural en partidos ante Talleres (golazo de afuera del área) y Unión (metió 4 goles). Contra Boca fue una de las figuras, a pesar de no haber marcado. Le dio el pase gol a Rojas en la tercera anotación y también fue clave en el segundo gol (y no recuerdo si en el primero también). Otra vez Ortega volvía a campeonar en Núñez y también volvía a ser figura. Lamentablemente, fue su último campeonato en River en su primer regreso, se fue a tierras turcas donde no se sintió como esperaba. Luego del fracaso mundialista, Ortega entró en un parate en medio de disputas con el Fenerbahce y con River que lo quería repatriar.
Al Burrito lo acompañó el máximo artillero del campeonato y el último gran "9" de River: Fernando Cavenaghi. Y basta con decir que se lo extraña a horrores al Torito para señalar la importancia del oriundo de O'Brien en el equipo. El delantero se destacó como un goleador muy completo: define muy bien, por lo tanto, también patea tiros libres y penales. Sin ser muy alto, cabecea bien, sin ser muy habilidoso, es difícil sacarle la pelota y además tiene un buen físico que no lo hace ni muy flaco ni muy tanque. Un goleador completísimo que tenía destino de Selección, hoy está en Francia tratando de volver a ser el que una vez fue. Con Cavenaghi uno se acordaba de Crespo, no eran muy distintos, ambos hicieron goles importantes con la camiseta de la banda roja y, además, fueron productos genuinos de la cantera millonaria.

"¿Aguilar, vos te das cuenta lo
que estás haciendo rajándome? Je, te vas a arrepentir.
Es peligroso tener a un riojano de enemigo."

  • River fue campeón con 43 pts. 13 partidos ganados, 2 perdidos y 4 empatados.
  • Memoria y Justicia (?)
  • El artillero del campeonato fue riverplatense (al igual que el torneo anterior, que fue Cardetti): Fernando Cavenaghi marcó 15 pepas en 19 partidos.
  • El campeón fue el equipo más goleador (39 GF) y el equipo con la valla menos vencida (13 GC).
  • Husain, Demichelis, Esnadier, Cuevas, Lux, Chori Domínguez y Gabriel Pereyra fueron, entre otros, los que pudieron gritar campeón.
  • En este campeonato, el equipo que se posicionó en el último lugar fue un grande: Independiente.
  • Como dato oscuro para Ramón, se recuerda aún el entredicho con el uruguayo Fonseca. En el que tuvo diferencias con Ramón y el hombre abandonó el plantel. Luego, finalmente el charrúa vuelve a los entrenamientos diarios a los que Ramón le agradece por ello y el Conejo le contesta "Pues diceselo a tu cara, porque no se te nota". ¡Plop!

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