miércoles, diciembre 12, 2007

Oy, Oy, Oy...

River Campeón Clausura 2002.

River 6 - 0 Unión. Partido inolvidable para el Burrito: Marcó 4 goles.

Luego del tedio que resultó ser el hablar sobre el Racing campeón del apertura 2001, uno retoma fuerzas con el equipo culpable de este post: el River que campeonó en el Clausura 2002, de la mano de Ramón Angel Díaz.

Hay que decir algo, que influye y mucho en la carrera exitosa de Ramón. Y es que el riojano es el hijo perfecto de las enseñanzas de Angel Labruna y César Luis Menotti. De los dos mamó el fútbol ofensivo, la columna vertebral que pregonaba Angelito y lo de atacar siempre de los equipos del César.

Formación: Comizzo; Garcé, C. Ayala, R. Rojas; Coudet, Ledesma, Cambiasso, Zapata, D'alessandro; Ortega y Cavenaghi.

Con respecto al equipo que fue subcampeón de Racing, el cambio más importante en la formación titular fue la ida de Mario Yepes al fútbol francés. El colombiano fue titular inamovible desde su llegada en el '99 y Ramón pensaba en respetar su puesto pero, los capitales franceses pudieron más y el jugador se fue a la tierra de Jean Paul Sartre y de Zinedine Zidane. Con la ida de Yepes fue que el riojano se dio cuenta que había que modificar la estructura táctica del equipo y es por eso que empezó a mirar con buenos ojos el 3-4-1-2 (o 3-5-2). Este sistema que hasta Bilardo elogió, fue fundamental en el equipo debido a que los jugadores se adaptaron por completo. Tanto fue así que cuando vino Pellegrini y con él, otra idea de juego, los resultados no llegaron.

Si se lo observa con profundidad, se llegará a la conclusión de que este equipo era sumamente ofensivo. En los tres defensores, sólo dos eran centrales por origen. Celso Ayala fue zaguero central derecho de River por mucho tiempo y Garcé asomó a primera en la misma posición que el paraguayo, pero luego Ramón lo mandó de marcador de punta derecho y en este equipo, de stopper derecho. A diferencia de estos dos, Ricardo Rojas era netamente un lateral izquierdo. Con su incansable ida y vuelta, su entrega y su exótico talento, el gran Ricardo Carlos dejó un recuerdo imborrable en las retinas riverplatenses. Tanto Garcé como Rojas iban y venían por sus respectivos carriles. La idea era atacar.
Antes de empezar a hablar sobre los mediocampistas, no podemos obviar a Angel David Comizzo. El Flaco, fiel ladero de Shamón, pisó fuerte en Nuñez luego de su destacada actuación en el Apertura 2001 y a sus saludables condiciones físicas a pesar de sus 39 años. En este torneo, Comizzo se dio el gusto de cerrar el arco en el partido contra Boca (3-0), además de volver a gritar campeón en sus 20 años de carrera.

Yo soy el Chacho, de la gente (?).

Ramón, por esos días de alegría, no se cansó de nombrar a dos hombres clave de su sistema de juego: Ledesma y Zapata. Ambos, con pasado en La Paternal. Ambos, vinieron juntos en el año 1999. El Lobo, con sus pisadas y con su rusticidad a la hora de marcar, se hizo eje en el medio y con su trabajo liberó a Cambiasso (como decía Ramón).
Zapata fue el jugador más criticado de la hinchada de River en los últimos tiempos, en partido de la primer fecha, ante Talleres, a pesar del triunfo, el jugador fue abucheado por la parcalidad millonaria. Se empezaba a murmurar que Cambiasso debía ocupar su posición (volante por izqueirda) y que Ledesma sea el único 5. Al final, el Chapa se ganó la titularidad a fuerza de lucha, entrega y corridas maratónicas. Cabe destacar que Víctor Eduardo fue uno de los jugadores que más años estuvo en Udaondo y Figueroa Alcorta en los últimos tiempos: 6 años y medio (tuvo un intervalo de 6 meses en España).
Como se dijo, Ledesma liberaba a Cambiasso, para que este se mande por el centro y cooperar en la creación con D'alessandro. El Cuchu fue muy importante porque marcó goles de mucha importancia, como el que abrió el marcador ante Boca.
Otro jugador que venía con un par de años en la espalda en Nuñez era Coudet. Chacho, había arribado en 1999 y de a poco se fue asentando en el equipo titular. El ex-platense se complementó de manera fantástica con D'alessandro y Ortega en la creación. Sus centros y asistencias fueron muy importantes para el equipo y para Cavenaghi, que fue goleador gracias a la ayuda del hincha de Central.
Y llegamos a una de las figuras del campeonato: Andrés D'alessandro. Mandrake que había tenido ya varios partidos con Gallego, se asentó por completo en la Era Ramón. Con su pegada exquisita y la jugada marca registrada de "La boba" se metió de lleno en el corazón de la gente. Clavó un golazo de tiro libre ante Vélez (1-0) en un partido durísimo. Gozó en el partido contra Boca (volvió loco a Clemente) y deliró en el triunfo agónico ante Racing. Ambos partidos, merecen ser hablados con mayor atención.

Antes de hablar de Cavenaghi y Ortega, es menester hablar de los triunfos riverplatenses frente a Boca y Racing.

BOCA JUNIORS 0 - 3 RIVER PLATE.
La lección de fútbol que dio River en cancha de Boca fue monumental, después de mucho, muchísimo tiempo River cortaba una racha nefasta sin poder ganar en La Ribera (OCHO AÑOS, UNA ETERNIDAD). Con este triunfo, River inició una senda positiva en los partidos ante el clásico rival y además, sirvió para reivindicar al Pelado Díaz que se quedó caliente con el empate (1-1) en el torneo anterior.
River fue ampliamente superior al equipo de Tabárez y obtuvo un triunfo resonante de la mano de los goles de Cambiasso, Coudet y Rojas. La diferencia se podría haber estirado a 4 si el disparo de Cavenaghi con Abbondanzieri vencido no pegaba en el palo. El gol de Rojas merece capítulo aparte, uno de los grandes goles históricos de los últimos tiempos. Primero, porque fue su PRIMER GOL en Primera División y segundo por la definición, definición que le valió ser inmortalizada como "vaselina". Ese gol provocó un quiebre en la vida de Ricardo.

RIVER PLATE 1 - 0 RACING CLUB.
Partido chivísimo ante el último campeón de ese entonces. El equipo de Mostaza era practicamente el mismo que se había coronado luego de 35 años, era una empresa (fue sin intención) difícil para River, el ganar era un colchón muy grosso para aspirar seriamente al título.
Tiro libro para Racing. Minuto último del partido. Ubeda y Bedoya frente a la pelota. En el arco... DEMICHELIS. Comizzo estaba expulsado. Las miles de almas (millonarias y académicas) coincidían en que si la pelota pasaba la barrera iba a gol. Dispara Ubeda y pega en la barrera, para fortuna de River, le queda a Rojas (no caben dudas que fue SU torneo), el misionero nacionalizado paraguayo despega cual torpedo y se va y se va, se la da a Cuevas para que encare a Campagnuolo y todo River decía "hacelo, Pipino, haceloooo". Nelson Rafael elude a Campa, dispara y gol. El paraguayo pasa a ser inmortal.
Con este triunfo, el campeonato estuvo mucho más cerca.

¿Esnaider? ¿Fonseca? CAVENAGHI.

Volvamos al repaso del 11 inicial. Es el turno de hablar del último gran héroe del CARP. Hablo, claro está, de Ariel Arnaldo Ortega. El jujeño había vuelto a mediados del año 2000, luego de un irregular paso (alternó buenas y malas, no fracasó como dicen los agoreros) por Europa. En este campeonato Ortega la rompió. Tuvo un rendimiento sobrenatural en partidos ante Talleres (golazo de afuera del área) y Unión (metió 4 goles). Contra Boca fue una de las figuras, a pesar de no haber marcado. Le dio el pase gol a Rojas en la tercera anotación y también fue clave en el segundo gol (y no recuerdo si en el primero también). Otra vez Ortega volvía a campeonar en Núñez y también volvía a ser figura. Lamentablemente, fue su último campeonato en River en su primer regreso, se fue a tierras turcas donde no se sintió como esperaba. Luego del fracaso mundialista, Ortega entró en un parate en medio de disputas con el Fenerbahce y con River que lo quería repatriar.
Al Burrito lo acompañó el máximo artillero del campeonato y el último gran "9" de River: Fernando Cavenaghi. Y basta con decir que se lo extraña a horrores al Torito para señalar la importancia del oriundo de O'Brien en el equipo. El delantero se destacó como un goleador muy completo: define muy bien, por lo tanto, también patea tiros libres y penales. Sin ser muy alto, cabecea bien, sin ser muy habilidoso, es difícil sacarle la pelota y además tiene un buen físico que no lo hace ni muy flaco ni muy tanque. Un goleador completísimo que tenía destino de Selección, hoy está en Francia tratando de volver a ser el que una vez fue. Con Cavenaghi uno se acordaba de Crespo, no eran muy distintos, ambos hicieron goles importantes con la camiseta de la banda roja y, además, fueron productos genuinos de la cantera millonaria.

"¿Aguilar, vos te das cuenta lo
que estás haciendo rajándome? Je, te vas a arrepentir.
Es peligroso tener a un riojano de enemigo."

  • River fue campeón con 43 pts. 13 partidos ganados, 2 perdidos y 4 empatados.
  • Memoria y Justicia (?)
  • El artillero del campeonato fue riverplatense (al igual que el torneo anterior, que fue Cardetti): Fernando Cavenaghi marcó 15 pepas en 19 partidos.
  • El campeón fue el equipo más goleador (39 GF) y el equipo con la valla menos vencida (13 GC).
  • Husain, Demichelis, Esnadier, Cuevas, Lux, Chori Domínguez y Gabriel Pereyra fueron, entre otros, los que pudieron gritar campeón.
  • En este campeonato, el equipo que se posicionó en el último lugar fue un grande: Independiente.
  • Como dato oscuro para Ramón, se recuerda aún el entredicho con el uruguayo Fonseca. En el que tuvo diferencias con Ramón y el hombre abandonó el plantel. Luego, finalmente el charrúa vuelve a los entrenamientos diarios a los que Ramón le agradece por ello y el Conejo le contesta "Pues diceselo a tu cara, porque no se te nota". ¡Plop!

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lunes, noviembre 19, 2007

¿Por qué el blog?

Este blog nació producto de que no vi en Internet (hablo de 3 años atrás) un sitio que hable de equipos campeones de la manera en que lo hacía Fontanarrosa en su "No te vayas, campeón". Me pareció llamativo y es por eso que tomé la posta de hacer un blog (por esos años apenas conocía de la existencia de éstos) que recuerde a esos campeones del fútbol argentino y también, de alguna forma homenajear a un escritor a quien admiro mucho.

El desafío más grande fue lo decidir por donde empezar. Sin embargo, no me tembló el pulso cuando definí que lo mejor era empezar por el equipo campeón que más recuerdo de cuando era chico: el Ñuls de Bielsa. Ni en pedo iba a ponerme a hablar del River de Ramón (que si bien algo recuerdo, mucho iba a ser puro dato estadístico) o del Independiente de Solari o el Boca de Batistuta... No me parecía loable porque iba a ser mucho invento y poco post genuino.

Así que bueno, creo que fue un error abandonar el blog y dejarlo a la deriva. Aunque, me pregunto, si continuaba la marcha regular, ¿de qué carajo estaría hablando ahora?

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viernes, noviembre 09, 2007

Cavallistas: En tiempos de corralito, ellos fueron felices

Racing Club Campeón Apertura 2001.

35 años después, la Academia reafirmaba su desvirgue (?)


Formación tentativa: Campagnuolo; Vitali, F. Maciel, Ubeda, Loeschbor, Bedoya; Gustavo Barros Schelotto, Bastía, Chatruc; M. Estévez y D. Milito.

¡Que complicado que es hablar del equipo que obtuvo el título local en el segundo semestre del tormentoso año 2001! Se han tejido un montón de conjeturas en torno a la legitimidad con que Racing logró el ansiado trofeo. Las sospechas surgen luego de la horrible campaña del equipo de Merlo en el Clausura (ojo, Mostaza le levantó la cara al equipo en las últimas fechas) y que al próximo torneo, el plantel se levante anímica y futbolisticamente y logren el campeonato. Algunos sostienen que el Apertura fue un arreglo entre Blanquiceleste (es decir, Marín) y la AFA (o sea, Grondona) para que Racing gane el campeonato y de esa forma, la gestión empresarial de Fernando obtenga el respaldo necesario. Ah, y además decir las dudas que generaron el empate con Velez en la última fecha del campeonato...
Luego, se han transformado ya en frases para la leyenda las que surgieron de las hinchadas contrarias para hablar de este Racing: "con dos fechas más, ese equipo se caía", "eran un rejunte de muertos, nunca podrían haber salido campeones", "uno de los campeones más horrorosos del fútbol argentino", "un equipo que era una lágrima jugando", "salieron campeones con un DT super-defensivo". Etcétera, etc. Pero, siempre hay un pero y, en este caso, a favor de este equipo de Racing: en el campeonato posterior (Clausura 2002) , el Racing de Merlo salió 6to. Una nada despreciable posición. A diferencia del Independiente de Gallego (otro campeón polémico) que luego de campeonar hizo un Clausura 2003 desastroso.

Por todo lo expresado, creo que se hace cuesta arriba hablar de este equipo, ya que hay que sortear un montón de obstáculos que impiden ver con claridad la veracidad con que los de Avellaneda lograron volver a gritar campeón.

Pero bueno, amagando y con quiebres de cintura a lo Burrito, podemos empezar a hablar del Racing con gusto a Mostaza.

Antes que nada quiero hablar sobre un momento, un partido: Racing 4 - 1 San Lorenzo.
Más allá de que era el partido contra el campeón del Clausura, en ese cotejo, el equipo de Merlo demostró una autoridad, un modo de jugar que lo podría llevar a lograr el anhelado título.
Fue un partidazo. Si mal no recuerdo, Racing abrió el marcador y luego San Lorenzo (gol de Pusineri) empató. Hasta ese momento era todo un ida y vuelta. Después, los de Boedo bajaron el nivel y los de Avellaneda los pasaron para arriba: hubo dos golazos, uno de emboquillada de Bedoya (que, intuyo, en ese partido empezó a ganarse el corazón de la gente) y otro del indómito (?) Chanchi Estévez (confeso hincha del Globo). Reitero, en ese partido la Academia jugó de bien a muy bien, tuvo un rendimiento redondo en todas las líneas, era un partido bravo y se pusieron a la altura.
Y quizás, otro partido que avale el culo del campeón fue el empate en un gol con River. Los de Nuñez lo cagaron a pelotazos todo el partido, Cardetti se comió un gol imposible... River empezó ganando con un gol de Cambiasso y cuando parecía que el triunfo se quedaba en Nuñez apareció el colombiano Bedoya (El General, para la Número Uno) y clavó un bombazo inatajable para Angel David Comizzo. Ahi como que empezó a gestarse la mística de ese equipo ya que si River ganaba, probablemente Racing hoy seguiría con su sequía. Pero no fue así.

De izq. a der: Loeschbor, Ubeda, F. Maciel, Campagnuolo,
Gustavo Barros Schelotto, Chatruc, G. Bedoya,
Estévez, D. Milito y Bastía.

¿Cuáles eran las principales características de este equipo? La entrega, el sacrificio (¿11 Michelinis?), el trato discreto de la pelota y... ¿la fortuna/oportunismo? (¿te acordás del empate agónico con Indep'te?).

Este Racing era un equipo de una escasa riqueza técnica pero de mucha táctica, Merlo revolucionó con su sistema 5-3-2. Tres stoppers, dos laterales que iban y venían, un volante central que mordía todo lo que pasase cerca suyo y dos volantes que se asociarían con un mediapunta en la creación de jugadas de gol para que las termine el centro-delantero.

El guardavallas académico era Gustavo Campagnuolo que tuvo una particularidad feliz en un olvidable año para todos los argentinos: fue campeón en el primer semestre con San Lorenzo y repitió con la Acadé en el segundo. ¿Qué decir de Campa? Es el arquero sobrio, de mucha altura y especialista en el juego aéreo. El ex-Valencia también imponía presencia con su carisma.
La línea de stoppers fue una de las más olvidables de los campeones del fútbol argentino: no hay campeón menos decoroso que tenga una defensa tan repudiable como la que conformaron el Mosquito Ubeda, el Vikingo Loeschbor y Panchito Maciel (quien, es el que mejor me cae de los tres). Ubeda y Loeschbor son esa clase de jugadores que le tienen asco a todo: pegan y rompen lo que sea, pelota o jugador. Ubeda ya era un símbolo en Avellaneda, por los largos años que llevaba jugando allí, Loeschbor se convirtió en ídolo luego de sus goles claves a Independiente (empate agónico) y a Vélez (que sirvió para obtener el título). Realmente no puedo decir más nada de estos dos muchachos que vivieron su meses de éxito con el club blanquiceleste. Como ya se dijo, Maciel era el tercer stopper. El ex-Almagro era el jugador comodín de ese equipo: polifuncional al mango, Mostaza lo hizo jugar de 4, de 5... un pichón de Reinaldo Carlos, Panchito.
Los laterales no eran indiscutidos en el equipo titular. Por el lado izquierdo a veces jugaba Chiche Arano (sacrificio e ida y vuelta en grandes cantidades) o Gerardo Bedoya. El colombiano era un jugador técnico, de los pocos que había en el equipo/plantel. Tenía un interesante contacto con la globa y además le pegaba bien a la pelota. En resumen, tenía mejores condiciones que Arano. Y por el carril derecho iba un muchacho que ya conocía Avellaneda... pero cuando transitaba por la vereda de en frente. Es que Martín Vitali, allá por el año 2000 vestía la camiseta de Independiente. Luego, pasó a Racing, con el título obtenido en éste club, el odio de los del Rojo y el amor de los celestes y blancos hacia él, aumentaron considerablemente.

El mediocampo de ese equipo estaba conformado por el Polaco Bastía, el Mellizo Gustavo y José Pepe/Sushi Chatruc.
El jugador más conmovedor de ese medio y de todo el equipo era, sin dudas, Bastía. Uno de los valuartes del equipo campeón. Quizás, el Polaco con su garra y su entrega contagió a sus compañeros para que no se relajen y dejen la última gota para lograr el campeonato. Bastía es un jugador similar a Michelini: va a todas, es el típico jugador que no sería raro que termine con los pantalones rotos porque el Polaco es de los que se raspa el culo Domingo tras Domingo.
El Mellizo menos exitoso (?) y Chatruc son jugadores de similares características: discreto trato del balón, interesante despliegue y mucha entrega.
En un equipo sin enganche - así como Nietzche mató a Dios (?), Merlo mató al enganche, luego, en River, se peleó con él (?) y ahora están distanciados (?)- no se puede hablar mucho de creación de juego. Pero si alguien tenía que encargarse de la "jugada distinta", en ese Racing era Maximiliano Estévez. Nacionalmente (?) - más allá de que haya jugado en el Zapatepec (?) de México - conocido como el Chanchi. ¿Y qué decir de este muchacho? Es el típico jugador insoportable de los cuáles los árbitros no quisieran coincidir en una cancha. Sus declaraciones explosivas hicieron que se gana un repudio visceral por parte de muchos hinchas rivales del fútbol argento. Inolvidable la vez que trató a Cardetti de "cornudo". Luego, el delantero racinguista se arrepintió de sus dichos y manifestó sus disculpas al Chapulín en Fútbol de Primera (recuerdo que el Chanchi estaba de bermudas y con gorra con viscera para atrás ese día). Más allá de su conducta extra-deportiva, Estévez es ídolo en Racing porque fue uno de las figuras de ese equipo campeón: hizo goles importantes (como el mencionado a CASLA) y, además, siempre manifestó su cariño por el club. Años después, el Enano Maldito se fue por la puerta de atrás del Cilindro porque se peleó con Marín. Quizás, eso agrande su idolatría en Mozart y Corbatta.
Y por último, el jugador con más proyección, el más interesante de ese equipo: hablo de Diego Milito. "El Enzo académico" ya estaba en el club hace unos años y parecía ser un delantero de los "casi-gol". Sin embargo, sus enemistades con la red las compensaba con su buen trato de la pelota: algo rápido, de buen dribbling y con un interesante disparo. Creo que nadie me discutiría si digo que cuando la pelota pasaba por sus pies, podía gestarse la jugada más peligrosa a favor de Racng. Debo decir que el Milito de Italia y España explotó, porque se convirtió en un goleador de raza. Y esa aptitud hizo que sea menos dribbleador (a mi parecer) pero a la vez, más oportuno con el gol. En Racing era todo lo contrario: muy encarador pero poco goleador.

¿Qué otros especímenes había en ese equipo? Uff... varios, anotá (diría Quique): Maceratesi (¿donde corno anda el Rafa?), Alex Viveros (¿dónde corno anda?), Leo Torres (¿dónde corno anda?), Luis Rueda (creo que jugó un solo partido de ese Apertura) y Cebolla Loscri, entre otros.

Lo que quedó en el tintero:
  • Lo de la muerte del enganche lo dije en joda, pero fijense esto: quién llevaba la "10" en ese equipo era Vicente Principiano. ¿Cuántos partidos habrá sumado Vicente en este torneo?
  • En la última fecha del torneo, la hinchada de la Academia llenó dos canchas: la de Vélez donde se disputaba el match y la el Cilindro que no podía estar vacío y que, espero confirmaciones, tenía una pantalla gigante donde se podía ver el partido con los de Liniers.
  • El campeón obtuvo 42 pts (uno más que su escolta, River). Ganó 12 partidos, empató 6 y perdió solamente uno (1-3 con Boca).
  • Informe completo del equipo campeón
  • El equipo de Merlo cambió camiseta a mitad de torneo: primero jugaban con una sin marca que tenía los clásicos bastones largos celestes y blancos. Luego, cambiaron a la de Topper ya marca registrada de ese equipo campeón.
  • Tabla de posiciones del Apertura 2001.
Te hiciste bien el boludo: los cuernitos
los empezaste a usar en el partido con River.

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lunes, noviembre 05, 2007

Contundencia made in Boedo

San Lorenzo Campeón Clausura 2001.

Una costumbre de ese torneo: los goles de Romeo

Saja; Tuzzio, Ameli, Coloccini, Morel Rodríguez; Pusineri, Michelini, Erviti, Romagnoli; Estévez y Romeo.

En lós ultimos 5, 6 años, este equipo de Boedo fue uno de los que más me gusto ver jugar, más allá de que tengan a un técnico que no es santo (cuac) de mi devoción.
En los hinchas de San Lorenzo hay una polémica que se desató en torno a este equipo: y es con respecto a méritos. Algunos sostienen que cuando se fue Ruggeri de Boedo dejó "la base" de un equipo que luego fue tomado por Pellegrini y perfeccionado. Otros, directamente, le dan todos los méritos al entrenador trasandino.

Ese San Lorenzo de Pellegrini obtuvo un récord aún no superado en el fútbol argentino: 13 victorias consecutivas. Los Cuervos venían muy entonados en el Clausura pero se toparon con el River de Gallego, equipo que también estaba en la lucha del torneo. Perdieron 3-1. River ganó con mucha autoridad en ese partido. Con victorias como la que se consiguió contra Independiente (golazo de Saviola desde el costado derecho, afuera del área), parecía que el campeonato iba a estar a merced del team de Nuñez. Pero no fue así, el equipo del Tolo estaba signado por la mala suerte (en el torneo anterior quedaron segundos luego de empatar con Huracán) y una derrota contundente a manos de Boca (0-3 en la Bombonera) hizo que el equipo se replantee si tenía los recursos suficientes para poder campeonar en el torneo. Cabe decir que por aquéllas épocas, Américo Gallego seguía con la manía de abrir la bocota y quedar como un boludo: el ex volante de la Selección había presagiado que San Lorenzo es el típico equipo que "se cae al final del campeonato". Finalmente eso no sucedió y el gordito simpaticón (?) tuvo que tragarse sus palabras (otra vez).
Ah, cabe aclarar que hubo algunos triunfos de River que fueron medio agarrado de los pelos: victorias que se obtuvieron con goles agónicos (un partido horrible contra Unión que se ganó con gol al final de Coudet, por ejemplo).

Luego de la derrota con River, San Lorenzo se repuso en la fecha siguiente y desde ahí no paró de cosechar triunfos, de esta manera los Cuervos lograron el récord mencionado anteriormente y, claro está, el ansiado campeonato (después de 6 largos años).

"El Globo es un sentimiento, que se lleva en el corazón..."

Describamos a algunos jugadores de ese equipo. En el arco, el polémico, inefable, tribunero muchas veces, Diego Sebastián Saja. En este torneo, el galletitero se consolida definitivamente en el arco del Ciclón. Se gana a la hinchada con sus actuaciones en el campo de juego y con sus declaraciones desafiantes fuera de éste. Esto, sumado a su heroica actuación en la final de la Mercosur 2001 llevan al oriundo de Brandsen a que ingrese en el panteón de los grandes ídolos cuervos.
En la defensa, siempre miré con atención a dos jugadores que luego pasaron por la entidad riverplatense: sí, hablo de los grandes amigos (?), Horacio Ameli y Eduardo Tuzzio. Más allá de lo que digan ahora del ex-Colón los hinchas de San Lorenzo, verdaderamente el Coco era uno de los referentes de ese equipo, uno de los caudillos. Voz de mando, mucha autoridad, contagiaba con sus ganas y con su actitud cabrona.
Tuzzio era un símbolo en Boedo, hacía más de 6 años que jugaba en el club lo que lo convertía en uno de los mimados por los hinchas (hoy, creo que ese cariño se perdió, y no le encuentro explicación alguna). Siempre dando todo, entregándose por el equipo, un verdadero luchador incansabla, Edu.
Y otro símbolo de ese equipo, ídolo en Racing y después ídolo en San Juan y Boedo: Pablo Michelini. Pablito, para los hinchas cuervos. Entrega, garra y sacrifico son las cualidades que encajan perfectamente para definir al ex-Deportivo Español. Michelini era esa clase de jugadores que iban a trabar con la cabeza, era un kamikaze suicida a la hora de defender a su equipo. Actualmente no veo a alguien que se asemeje. El trato discreto que tenía con el balón lo reforzaba con su entrega, con su voluntad.
En el mediocampo, acompañaban a Michelini los siguientes players: Pusineri (que alternaba en realidad), Erviti y Romagnoli. Este pack de volantes (unos más ofensivos que otros) que integraban el mediocampo de San Lorenzo, era envidiable, por mucho tiempo lo deben haber extrañado los hinchas (ahora no tanto, ya que el equipo volvió a salir campeón, hablo de la época de sequía). Erviti era el fantasista, le he visto cada jugada a este zurdito... Esperaba más de él, se fue a México, se asentó (aparentemente) allá y no tuve más información de este muchacho (salió campeón con el Monterrey, cuando el DT era Passarella). Pusineri se caracterizaba más por su despligue, al igual que otro jugador que aguardaba en el banco de suplentes: el salteño Walter Zurita.
La creación, la estrategia estaba a cargo de Leandro Atilio Romagnoli: el Pipi o el Tatuado. Siempre me gustó su manera de jugar, ese talento innato que tenía, la calidad que tenía para pegarle a la redonda. Este hincha del Globo creo que a muchos nos dejó con la sensación de que podía dar más. En algún tiempo se hablaba de su futuro en el Seleccionado, de su inmediato arribo a un grande de Europa... Lamentablemente no ocurrió todo eso, el Pipi se fue desinflando y cuando tuvo la oportunidad concreta de irse, se rajó. Ahora está en Portugal donde tiene un rendimiento regular. En ese Clausura 2001, Romagnoli tuvo actuaciones destacadísimas, fue el eje del equipo, hizo goles importantes, se cargó el equipo al hombro a pesar de sus jóvenes 20/21 años.
Bernardo Romeo fue el artillero de este San Lorenzo. El ex-Estudiantes fue clave para el equipo ya que marcó goles importantes. En reemplazo del Bernie estaba otro ídolo del club: Sebastián Washington Abreu, mejor conocido como el Loco. Abreu, también aportó su granito de arena para que el equipo consiga el título. Quien hacía dupla con el uruguayo o con Romeo era el Pipa Estévez, que ahora está retirado del fútbol y que, según tengo entendido, se dedica a los fierros. Según Bianchi, Estévez lo hacía acordar a Corbatta. Creo que el Virrey le dió de más al champagne al realizar tamaña comparación. Encima, parece que el jugador de Colón y otros equipos no soportó la presión de ser el nuevo Orestes Omar ya que nunca recuperó el nivel que había mostrado en San Lorenzo. Un jugador que, sí, era un wing como los de antes, pero al que muy rápido le vino la noche.

Gran, gran equipo este del Ingeniero que tuvo la particularidad de recibir ayuda de su archirrival: en la anteúltima fecha River (el escolta) perdió con Huracán en un increíble partido que tuvo todos los condimentos: el grito desaforado de Babington (DT de ese equipo) que le dedicó el gol a Gallego, "tomá, para vos la re concha de tu madre"; que tuvo la expulsión de Javier Pedro Saviola (raro, ¿no?) y que además, tuvo a un Derlis Soto (quien, en el apertura pasado también había arruinadole la fiesta al Millonario) intratable.

Más información sobre este San Lorenzo Campeón del Inyenieri:
  • El equipo se coronó campeón con una abrumadora cantidad de puntos: 47.
  • Serrizuela, Paredes, Santana, Campagnuolo, fueron otros de los jugadores que integraron el plantel campeón.
  • 15 partidos ganados, 2 empatados y 2 sólo perdidos.

Plantel campeón. Ubiquen a Portocarrero (?)

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miércoles, octubre 31, 2007

La vuelta (olímpica)

Nunca creí en que iba a reflotar este blog. La paja que reinaba en mí era mucha y variada, practicamente dejé abandonado a este emprendimiento que, en su momento, parecía original y entretenido (para mí).

La re-lectura del blog trajo tela para cortar (?):
  • Un lector (adoserni) que me trataba de bostero (?).
  • Pude observar que en el pasado tenía una actitud más de "barrabrava" y de cabeza de termo. Creo que maduré (?)
  • Ah, antiguamente posteaba/comentaba con el nick de Dr Alvarez, si alguien ve los posts viejos y ve dicho nick, sepan que soy yo o que se están dirigiendo a mí.
  • De ahora en adelante, encararé el proyecto de manera personal porque antes era un proyecto en forma de dupla. Mención especial, igual, a Pepo (FiSuRa) y a Xcos (que me prometió un post de Boca, del 2003, pero no veo que esa promesa se concrete (?)).
  • Ah, quiero gradecer especialmente a Pep que formó parte del staff de Vueltas Olímpicas. El amigo de Fútbol Ochentoso me brindó sus conocimientos de HTML para mejorar el blog antes de su cambio al template que actualmente tiene y además me asesoró para poner el nuevo banner del blog (cuya autoría es de Pipi y al que le agregué una mínima modificación).
  • La mierda de Haloscan es la que se encarga de los comentarios. Usaba Haloscan por recomendación de un cyberamigo (?). La verdad que prefiero los comentarios de Blogger, no se si en el futuro los modificaré, pasa que voy a perder todos los mensajes... Ya veremos.

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sábado, octubre 27, 2007

Bianchi + Boca= una fórmula exitosa

Boca Juniors Campeón Apertura 2000, Libertadores e Intercontinental.


El año 2000 es un año épico para los hinchas del Club Atlético Boca Juniors. Es que dicho año, el equipo dirigido por Carlos Bianchi obtuvo casi todo lo que jugó: Copa Libertadores, Copa Intercontinental y Torneo Apertura y además, como broche de oro la eliminación a River en 4tos de Final de la Libertadores de América.

Momentos que merecen ser escritos en un libro: el gol agónico de Samuel al América (MEX), el gol de Palermo "en muletas" a River, el caño de Riquelme a Mario Yepes, el gol de Arce a Estudiantes que posibilitó el campeonato local, "si ponen a Palermo, yo pongo a Francescoli", los goles de Palermo al Real Madrid, el fútbol de Riquelme...

Este blog se caracterizó por hablar de los equipos campeones de los torneos locales de nuestro fútbol, esta vez me permitiré hacer la excepción y hablar de manera general de este equipo (acercándome al estilo que utilizaba el Negro Fontanarrosa en No Te Vayas Campeón, libro que, claro está, inspiró la creación de esta bitácora).

El año 2000 daría inicio a una época sumamente exitosa para Boca Juniors con y sin Carlos Bianchi en el banco.
Estrictamente hablando del equipo de ese año, es inevitable hablar del arquero que brindó seguridad en el team de La Ribera: el colombiano Óscar Córdoba. El cafetero se caracterizaba por ser bueno en el achique, por el carisma y además por la fortuna o habilidad (como ud. prefiera, querido lector) en los penales. Las actuaciones de Córdoba en la Copa Libertadores (no porque Boca la haya ganado de pedo, sino que hablo, más que nada, de las definiciones por penales) aumentaron las chances de que Boca consiguiera el título internacional que anhelaba desde hacía más de ¡20 años!
Ya que estamos hablando de Córdoba, es pertinente hablar de los otros dos colombianos que completaban el pack tropical de ese equipo: el Patrón Bermúdez y el Chicho Serna. Bermúdez, central, con cara de malo, de aspecto recio, achuraba a quien se le ponga delante sin importarle quien era el zamarreado (como decía Fontanarrosa al hablar de Gallego), sus declaraciones y un gol a River, llevaron al defensor a ser amado por la hinchada boquense. Serna, de voz chistosa, podía caer simpático, pero por su juego, la verdad que no: se plantaba cual rugbier en scroum y levantaba la pata y hacía caer a quien pase cerca. Un verdadero 5 áspero, de mucha personlidad, pero de mucho juego sucio, algo que él supo reconocer luego de su retiro.


Un jugador fundamental en la defensa y que se desempeñaba en el callejón izquierdo era Rodolfo Arruabarrena. El Vasco, que actualmente sigue en Europa, tenía mucha personalidad, iba y venía por la izquierda y además hizo goles claves que aumentaron su importancia en el equipo (nada que ver con el "ídolo mediático" de hoy, que es el tucumano Krupoviesa, el Vasco es Ronald Koeman al lado de este muchacho).
El departamento creativo del equipo estaba a cargo de Juan Román Riquelme, el gerente (?) del juego, el dueño de las pelotas paradas, no había ataque de Boca en el que la pelota no pase bajo la suela del 10 nacido futbolísticamente en Argentinos Juniors. El Topo Gigio fue clave en ese equipo, fue el de las asistencias a Palermo en la final de la Intercontinental, el de los goles a River, el del caño a Yepes que ya está guardado en la retina del hincha boquense.
Y adelante aguardaba el Titán: Martín Palermo. El ex-Estudiantes dificilmente olvide el año 2000. El hace poco dijo que vive "cosas de película" o algo similar, Palermo en ese año vivió momentos de ciencia ficción, se podría decir. ¿Qué hincha de River esperaba que Palermo le clave un gol en el partido de vuelta por la Libertadores luego de los dichos de Gallego? Ni el más pesimista esperaba eso. En el partido con el Real Madrid, se esperaba una derrota boquense, finalmente triunfaron los xeneizes y con dos goles del Optimista del Gol.
El compañero de Palermo en el ataque era Marcelo Alejandro Delgado, mundialmente conocido como "el Chelo" y por (si estamos escuchandolo en un reportaje radial) su voz de pito. El Chelo aportó con sus centros al 9 o con su gol a River por la Copa, sus "tres dedos", por esa época todo era de rosas para él. Luego, llegarían los tiempos de villano: el post-1-0 con el Bayern.

Formación: Córdoba, Ibarra, Bérmudez, Samuel (luego Traverso), Arruabarrena (luego Matellán); Basualdo, Serna, Battaglia, Riquelme; Delgado, Palermo.
Otros: Pereda, Barros Schelotto, Faggiani, Marchant, Arce, Barijho.
D.T.: Carlos Bianchi.

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miércoles, octubre 19, 2005

A falta de ganar uno, es bueno ganar dos


Comienzo de una nueva temporada, la 99/00. Presente: Boca bicampeón nacional, River sumergido en el desconsuelo: de una pobrísima campaña en el Apertura '98 (Para profundizar la crisis, Boca fue campeón invicto) y de la incertidumbre de perder el Clausura '99 a manos del equipo de la Ribera, el Millonario de Nuñez estaba más que obligado a dar la vuelta.
El DT de ese entonces era el riojano Ramón Diaz. Ramón empezó a preparar la consolidación del equipo y dandole chances de oro a jugadores como Aimar y Saviola (éste que hacía solo un año que debutaba en la Primera con solo 16 años). Le dio el apoyo que necesitaba a Angel, un jugador que si bien la embocaba seguido no tenía la aprobación de la gente.
Entonces, la situación de los clubes antagónicos era: Boca que iba por el sueño de su primer Tri y River por la necesidad de dar una vuelta olímpica luego de 2 años. Los otros grandes? Indep'te pecaba de irregularidad, Racing se preocupaba por temas extradeportivos y San Lorenzo que apenas insinuaba lo que tardó en consolidar dos años después.
Ramón le otorgó la mayor de las responsabilidades a Aimar: un pibe que deslumbró en el Mundial de Malasia, y que con solo 20 años tenía que cargar al hombro el de ser el conductor de River Plate, ese cargo que anteriormente había sido desempañado (de manera maravillosa) por Marcelo Gallardo. Adelante, el joven de Bajo Belgrano, de debut fulgurante, Javier Saviola debía desempeñar el rol de acompañante ideal de Aimar (Saviola, hasta tuvo que cargarse partidos al hombre cuando no había respuestas futbolísticas del equipo y del Payaso). Y el centrodelantero, el colombiano Angel, que ahora tenía una prueba de fuego: ser goleador y meterse a la hincha de River en el bolsillo. Nada fácil.
Estos 3 jugadores nombrados fueron los pilares del equipo de Ramón y cumplieron con creces en su desempeño en la cancha. River jugó un futbol vistoso, le ganó con notable superioridad (2-0) al Boca de Bianchi, triunfó ante San Lorenzo y Racing y empató con Indep'te.
Ah y para recalcar: Roberto Bonano se adueñó del arco de River y manteniendo un nivel regular en todos los partidos se erigió como el mejor arquero del futbol local y además le valió su nivel el de ser convocado a la Selección Nacional que en ese entonces conducía Marcelo Bielsa.



Año 2000. Que presente tenía River? Flamante campeón local pero se había producido un cambio resonante. Una baja importante para el club de Nuñez: La ida de Ramón Diaz. El Pelado aparentemente se fue porque no le traían los refuerzos que pedía. El sucesor del DT más ganador de la historia de River fue Américo Rubén Gallego. Que contaba con un auspicioso curriculum, ya que había sacado campeón a River de manera invicta en el Apertura '94.
Si uno mira un poco la vida de DT de Gallego, ve que siempre fue llamado por distintos clubes para salvar las papas del fuego: en River en su primera vez, fue el sucesor del Káiser Pasarella, en Indep'te es citado para reemplazar a Clausen, que venía con una pésima campaña y en Ñuls reemplaza al Bambino Veira que contaba con un equipo interesante que no pudo lograr el campeonato) En los clubes que he nombrado Gallego tiene un buen pasado, campeón con los 3 (record en el futbol argentino compartido con José Yudica).
En cuanto al equipo de River del año 2000, ya había una base futbolística making by Ramón. Bonano, Trotta, Aimar, Saviola y Angel eran fijas. Titulares indiscutibles. Gallego aplicó una innovación: Berizzo de 5. El Jefe Astrada fue a jugar al Germio de Porto Alegre y el Tolo sorprendió con la designación del ex Ñuls como volante tapón.
Uno que fue cada vez asegurandose más en el puesto fue el Chacho Coudet, que había hecho buenos papeles en el Apertura '99 y que en el Clausura ya se adueñaría de la banda derecha. El superclásico de este certamen fue un empate (1-1) con el recordado gol agónico de Nelson Cuevas. Este equipo del Tolo era muy incisivo en la ofensiva: se caracterizaba por el particular hecho de que el gol adverso le servía de incentivo para ganar el partido. O sea, para River, empezar perdiendo 1-0 en el PT no era algo impoosible de remontar.
Vale recordar, que el River de Gallego también llegó a instancias finales de la Copa libertadores de ese año, perdiendo con Boca en los cuartos de final. Sin emargo, el bajón anímico de perder con el rival de todos los tiempos no impidió que el equipo de Nuñez pudiera gritar campeón por 29na vez.

Libreta de apuntes (?):
- Saviola, con apenas 17 años fue el goleador del Apertura con 15 tantos. Récord.
- River triunfa de local frente a Boca luego de 9 años!
- Las actuaciones de Aimar y Saviola en ambos campeonatos les valió convocatorias a la Mayor y además la oportunidad de estar en la lista de los 22 para el Mundial de Corea - Japón (en este caso, unicamente Aimar).
- River le corta la chance a Boca de tricampeonar por primera vez en su historia. Un privilegio que solo tienen Racing y River.

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